Después de una larga espera por fín llega el verano a la ciudad.
El sol brilla y las nubes se han ido para siempre, realmente nos tenían hartos.
Las hormonas veraniegas empiezan a alterarse y hacen que cualquier salida al exterior sea cada día más interesante, porque nos sentimos guapas, atractivas y poderosas. Porque es verano y en verano nos entran ganas de sentir cariño por alguien, no de querer, solo de sentir cariño, nos entran ganas de sacar a la luz nuestro lado más salvaje y nos creemos capaces de hacerlo donde sea y con quien sea. Si elejimos una víctima la vemos más factible que en cualquier época del año, y es así porque el verano nos mueve por dentro y nos hace querer más. Necesitamos llenar ese tiempo, ahora libre, que solía estar lleno de clases o de horas de estudio. Necesitamos sentirnos necesitados por alguien, no sé... es una sensación muy bonita. Y espero que este verano lo sea también.
Feliz verano
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