Posturas, todo son posturas.
No puede abrir sus rojos labios y decirle: "Me gustas".
¿Por qué? Pues porque tiene miedo. Miedo a que él la rechace. Sí, miedo, angustia, dolor, rabia, tristeza.
Acaba de salir de una relación movida, lleva meses intentando superarlo, lo está logrando, pero lo único que la echa hacia atrás es la jodida postura que tiene que adoptar, la postura de hacer como si no pasara nada, como si cada noche que se acostara no soñara con él, como si no supiera que está empezando a enamorarse. Ojalá estuviera en los años 40 bailando un poco de swing y besándolo, marcando su boca con pintalabios rojo, indicando que él es suyo para siempre.
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