No se me dan bien las despedidas, aunque sean simbólicas, me cuesta desprenderme de algo que ha formado parte de mi vida.
Me asaltan los recuerdos de noches de ensueño. Joder, yo que ya me había hecho a la idea de decir adiós y no paras de aparecer en mi cabeza.
Besé los labios de un desconocido probando liberarme de tu presencia pero al cerrar los ojos no paraba de imaginar que eras tú y sólo tú. Apartaba al extraño en un desesperado intento de mantener el restante sabor de tu boca y la profunda hipnosis de tu olor en mi poder.
Vale, pensé en despedirme de tí para siempre pero como siempre te dije: es muy fácil decirlo pero de ahí a hacerlo hay un largo camino que todavía me queda por recorrer.
El extraño lo seguía intentando pero cuando supe de una vez por todas que él no eras tú, mandé todo a la mierda. Él me cuestionaba, no entendía mi profundo arrebato de fidelidad a alguien que sólo le es fiel a sus adicciones. Me importaba poco o nada, no pretendía que alguien así pudiera llegar a comprender lo que es dejarte escapar y aunque hubiera intentado explicárselo, cosa que no haría porque no hay palabras, él jamás, nunca hubiera llegado a entender lo que hay entre tú y yo, cosa que se reduce a nada del otro mundo. Pero tú has movido mi mundo entero, lo has puesto patas arriba, has marcado un antes y un después.
Has hecho que cometa estupideces o locuras o actos de amor o como prefieras llamarlo, cosas que yo antes no hubiera ni pensado en hacer.
Todo el mundo me dice que me olvide de tí, y ellos qué saben, me importa un bledo lo que digan o piensen, y aunque yo también sé que tengo que olvidarte y que no me convienes, noquiero y de hecho me niego a hacerlo.
For your love I would give the stars above
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