Music, my only true love

just let me hear some of that rock'n'roll music

lunes, 27 de febrero de 2012

Ready to start

Estoy lista. Lista para empezar de nuevo y para que esta vez salga bien. Creo que el destino por primera vez en mi vida se está poniendo de mi parte. Espero que se quede en mi bando.
Y hay demasiadas cosas que me gustan y otras que odio.
Para empezar creo que deberías saber que mi olor favorito es la vainilla, que no hay nada que me guste más en este mundo que la música. La buena comida es algo que adoro.
Me gusta beber buen vino y fumo bastante, quizás demasiado. Mi color favorito es el negro y casi siempre llevo los labios pintados de rojo. Me gusta la gente cariñosa, pero a la vez pasional. Disfruto del arte, ya sea la lectura, pintura, cine, escultura, etc. Pero aún así la gente a la que le gusta encasillar me considera de ciencias. La física me cautiva, así como todos los inventores, físicos, matemáticos, todos aquellos que tuvieron el valor de descubrir cosas nuevas, de innovar y no quedarse anclados en el pasado.
Me encanta bailar y cantar, bailo mucho, pero más cuando estoy sola en mi habitación. Estoy enamorada de la idea del amor. Y soy muy peliculera. Me encantan mis sueños en blanco y negro. Y me hubiera encantado nacer en otra época.
Me gusta aprender idiomas. La parte de mi cuerpo que más me gusta es mi tatuaje, porque tiene un enorme significado para mí. La moda me fascina, pero entiendo la moda de una manera distinta a la que mucha gente lo hace. Lloro mucho, a veces de alegría y muchas más veces de tristeza o rabia. Me encanta darle 3000 vueltas a las cosas. Lo más importante en mi vida es mi familia y mis amigos. Me encanta llamar la atención. Me gusta hacer fotos. Me encanta salir de fiesta. Disfruto de una taza de té con leche. Hablar con mis amigas es de las cosas que más me gusta. Hablo demasiado. Me encanta el olor de una cerilla cuando se apaga. Me gustan las noches largas, las sorpresas y mirar las estrellas. Hago kitesurf. Me encanta sentirme querida. Los tulipanes son mi flor favorita, más si son amarillos. Mi pasión es viajar.

Odio a la gente superficial y snob, a los presumidos y a la gente falsa. Odio que cuando alguien que no conozco me toque mientras me habla. Odio que me gusten las cosas complicadas. No me gusta que me digan lo que tengo que hacer. Detesto saber que no tengo razón. Me repugnan los chicos que son otra persona cuando están sus amigos delante. No puedo evitar morderme las uñas, y lo odio. Me obsesiono muy fácilmente. Me cuesta mucho empezar las cosas. Odio el olor a gasolina. Soy demasiado desordenada.

Podría enumeras millones de cosas que adoro y otras que detesto. Pero me falta una muy importante por nombrar. Me gustas tú.

miércoles, 22 de febrero de 2012

I wanna take you home

Volver a la rutina nunca ha sido fácil. Pero volver a la rutina de desearte en cada momento y pensar en ti en cualquier situación se me hace imposible. 
Tengo que tenerte delante todos los días y mi corazón se acelera hasta velocidades más propias de un coche de carreras que de un simple músculo. 
Te juro que ya no se que pensar, no sé que actitud tomar cada vez que mi mirada se cruza con la tuya.
No sé cuánto tiempo esto será soportable para mí. Tampoco sé si un día de estos, cercano o lejano, da igual, explotaré y mancharé todo de mi color favorito, de negro. Explotaré y diré todo lo que pienso, pero no de la forma en la que lo pienso. Y esto va a jodernos, a ti y a mí. Si me da por explotar, supongo que nuestra "amistad" sufrirá daños colaterales. Quizás incluso se acabe. 
Por favor, lo único que quiero pedirte es que tomes una decisión. No aguanto más días sabiendo que igaul son en vano. 
Medítalo, pero te lo ruego, llega a una decisión antes de que llegue mi temida explosión, o te aseguro que ni tú ni yo sobreviviremos a esto.

lunes, 13 de febrero de 2012

En el momento, en el lugar

Enamorarse un domingo a las 3 de la mañana. Sí, así son estas cosas, no sabes ni cómo, ni dónde, ni cuándo pero te acaban atrapando. Suceden así, sin pensarlo, sin darte cuenta, de repente estás enamorada.
Y así fue, así fue él día en el que me di cuenta de que había conocido a mi media naranja. Me asusté en el momento en el que no paraba de pensar en ti y todo esto me quitaba el sueño, el aliento.
Pensé que no pararía hasta que nuestras vidas se convirtieran en nuestra vida, nuestra vida JUNTOS.
Me desgasté, me desesperé y lloré. Y mi conclusión de todo aquello fue que sí, que te quiero joder. Que nunca había querido a alguien así, que nunca había pensado en alguien de la misma manera en la que pensaba en ti. Descubrí nuevas sensaciones y nuevos estados mentales tan poderosos que podían hacer que mi mente vagara durante horas en paisajes muy lejanos mientras escuchaba una clase de mecánica, a la que sinceramente no prestaba mucha atención. Sólo con verte, corrijo, sólo con pensar en verte, con pensar en ver tu silueta cruzando la puerta y al hacerlo mirarme y sonreír, se me paraba el corazón y me hacía ser feliz durante todo ese día. Me daba fuerza para continuar en aquellos días en los que sólo me apetecía meter todas mis cosas en una maleta y volver a casa. Esto cruzó muchas veces mis pensamientos, pero en ellos aparecías tú y corrías un velo sobre todas estas locuras. Me hacías seguir adelante y luchar.
Sonaba todo tan bonito, tu voz, la música que escuchábamos juntos, la lluvia cayendo sobre nosotros. Todo esto eran sonidos de alegría para mí.
Pero un día empecé a estar triste. Llegaron las vacaciones y volví a casa durante una temporada. Pensé en ti todos los días. Y supe que nuestro futuro juntos no estaba a la vuelta de la esquina. Estábamos en el lugar, pero por desgracia no era nuestro momento.
Maldije al tiempo, ese tiempo que hacía que no estuviéramos preparados para estar juntos. Hasta que un día me paré a pensar y supuse que cuando te encontré a ti, la vida quiso que nos conociéramos para que un futuro lejano, cuando las cosas sean distintas, cuando lo nuestro pueda ser real, estemos juntos.
Esto puede ser verdad. Aunque pienso que es un mero consuelo con el que intento engañarme a mí misma y conseguir explicarme cómo dos almas gemelas no pueden estar juntas. Y necesito este consuelo, porque jamás podré imaginar que vivo en un mundo dónde las personas que se merecen la una a la otra no consiguen acabar juntas. Necesito pensar que algún día, tú y yo, nos encontraremos en el momento y en el lugar.